jueves, 19 de enero de 2012

Comprar el cielo

Hace unos días murió una tía mía con 96 años, pasó los diez últimos encerrada en una clínica por voluntad propia, no salió de la habitación nunca, y solo permitió visitas de su  sobrinos, únicos familiares que le quedaban. Mi tía fue una mujer poco, mejor dicho nada cariñosa con nadie, egoísta y tacaña, de esas personas que pasan por la vida y la vida no pasa por ella, incapaz de mostrar sentimientos por nadie y solo se quería a sí misma, a pesar de su actitud no le falto cariño y dedicación, mucho más de lo que ella dio a lo largo de sus 96 años.
Su muerte me ha hecho reflexionar bastante, siempre me he conmovido por los ancianos, quizá porque la vida no me ha permitido cuidar a mis padres que fallecieron demasiado pronto, pienso, que es lo que pasa por sus cabezas, que les hace convertirse en seres egoístas, creo que al final de trayecto hay que mostrar más amor por todo lo que te rodea, hacer la vida agradable a los que tienes a tu alrededor, mostrar cariño y gratitud por lo que la vida te ha dando. A ella la vida solo le dio dinero, dinero que de no poder llevarse al otro mundo lo ha invertido en misas para ganarse el cielo, se cielo que no supo ganarse en la tierra ayudando a quien lo necesitará,  ha preferido donarlo a la iglesia, espero que el Dios en que yo creo, no ceda al chantaje y que le de una lección eterna, "no todo se puede comprar y menos el cielo".